sábado, 13 de noviembre de 2010

CAPITULO I: Llegada

Era una noche un tanto extraña, los alrededores de Zaria; eran como devorados por la noche que en esta oportunidad estaba particularmente mas oscura que de costumbre. A lo lejos de la Ciudad se veía como el cielo se tornaba mas gris y tormentoso y algunos rayos cayeron a la tierra envolviendo en llamas algunos de los árboles del Bosque Negro.
Muchos rayos cayeron rompiendo y quemando árboles en este Bosque, pero un ráfaga brillante en especial contenía mas que energía y daño mas que un árbol; era como si un meteorito hubiera caído del cielo, arrasando en su aterrizaje con cualquier cosa a su paso. Muchos pequeños animales habitantes del Bosque Negro huyeron con miedo de aquella extraña cosa que había caído del cielo, todos corrieron a sus madrigueras excepto un curioso Cuervo que se poso en una rama de un árbol caído al cual las llamas poco a poco consumían su tronco; el cuervo observaba fijamente aquel objeto caído.
Por razones del destino, esa noche tormentosa y rara, se encontraba en las afueras de Zaria un grupo de jóvenes que si hacer caso a las advertencias de los ancianos se adentraban en las noches al bosque negro en busca de Flores de Fuego para hacer pociones; estas flores de fuego solo pueden ser encontradas en la noche y solo pueden ser cortadas por una misma persona cada 7 días, por esto estas flores eran tan valiosas y a este grupo de amigos no le venia mal este trabajo, aunque eran solo tres lo hacían muy bien. Como era de esperarse, la caída del aquel objeto del cielo no paso desapercibido del grupo de aventureros que al escuchar y ver el espectáculo no dudaron ni un instante en ir a revisar la zona. Este grupo en particular estaba con formado por tres personajes muy peculiares y diferentes, pero se puede decir que estas diferencias los hacían casi invencibles. Estaba Aril experto con la espada y un buen forjador de armas, Noa El Mago, así lo llamaban sus amigos por que era tan sigiloso que prácticamente desaparecía ante los ojos de cualquiera y por ultimo estaba Norg el más fuerte de todos.
Al ver aquella lluvia de fuego Aril quedo impresionado y rápidamente miro a sus compañeros y como si estuvieran conectados corrieron velozmente al lugar donde cayó el meteoro mas grande. El cuervo que observaba desde la rama rota al notar que venia el grupo grazno de una forma tan terrible que le pondría los pelos de punta hasta al mas temerario de los caballeros; el Cuervo alzo en vuelo y se perdió en la oscura noche sin dejar rastro alguno. Noa fue el primero en llegar y no podía explicar de ninguna forma lo que estaba viendo, Aril al llegar pregunto: ¿ mi amigo, que te tiene tan impresionado? – solo mira esto- Respondió Noa. Aril se acerco lentamente al borde del agujero que había formado en el piso aquel meteoro que impacto en el Bosque Negro; todavía una nube de polvo que se levanto al caer el objeto no dejaba ver claramente de que se trataba. Norg se acerco rápidamente a Aril tomándolo por el hombro – cuidado amigo, no sabemos que nos revelara esa nube de polvo- Dijo el grandulón. – Gracias Norg casi caigo, hay algo muy raro en todo esto- asistió Aril. Poco a poco iba calmándose la pequeña tormenta de arena que se formo al impacto y se descubría una especie de cápsula de hierro muy brillante, un metal deslumbrante que Aril en sus años de forjador de armas jamás había visto; la extraña cápsula tenia unos símbolos o inscripciones muy raras que jamás habían sido estudiados, nombrados o vistos por ninguno de los ancianos de Zaria. Los amigos se fueron acercando cautelosamente la objeto y Noa impacientemente lo toco – Arrrrrrrrrrrrrgggggg MI MANO – grito Noa – está muy caliente – dijo el mismo llevando los dedos a la boca para tratar de calmar un poco el dolor de la quemadura.
- debes tener más cuidado hermano - dijo Norg
- tengamos cuidado amigos, no sabemos qué cosa es esta – dijo Aril un poco nervioso.
- YA BASTA DE ESTA ANGUSTIA ARRGG – grito el gigante Norg golpeando con su hacha la superficie de la cápsula, para sorpresa de todos, Norg salió disparado unos dos metros con el hacha rota en la mano – demonios Aril esta cosa es de un metal muy fuerte – exclamo Norg frotándose la espalda para aliviar un poco el dolor de la caída- Aril asombrado exclamo – basta grandulón, creo que esto no podremos resolverlo con tu fuerza por ahora, ¿que tenemos aquí? Es un metal muy fuerte aun estado con temperatura tan alta, ¿ qué rayos es esto? Al momento que Aril terminaba estas palabras, sonó algo como un trueno que hizo retroceder a todos y de pronto la cápsula empezó a abrirse a la mitad y un rayo de luz muy fuerte que provenía del interior dejo por un momento ciego al equipo, esta luz se concentro en una sola ráfaga que apuntaba al cielo de tal manera que parecía que lo partía en dos, Aril y los otros dieron un paso mas hacia atrás, el primero en posición de huida fue Noa, por su condición de sigiloso, claro esta. La cápsula fue abriendo como a poco y así mismo se extinguía la luz que segaba a Aril y compañía.
A medida que la luz se extinguía, poco a poco se mostraba el interior de la cápsula, a los ojos parecía suave y confortable, pero su tripulante que se iba mostrando dejo boquiabiertos a todos. Era lo mas parecido a un angel que cualquier persona de Zaria habría podido ver algúnaangel, tenia el cabello amarillo, piel blanca y con solo verla un sentimiento de paz y armonía con el mundo invadía todo el ser de quien la observara.
-Es una chica – grito Noa
-Ayudémosla entonces – asistió el gigante Nrg corriendo a la capsula para ayudar a la chica.
-¡Ten cuidado Norg! hay una especie de metal detrás de ella y luce un poco cortante, déjame ayudarte – dijo Aril acercándose a la cápsula junto con su amigo. El gigante Norg con sus poderosas manos termino de abrir la cápsula y lentamente Aril coloco sus manos en la espalda del “ANGEL” para incorporarla y noto que los extraños metales detrás de ella en realidad era sus alas. El “ANGEL” tenia alas de metal, un metal muy parecido al de la capsula pero mucho mas brillante y acabado, con unas inscripciones mas limpias y hermosas que por un momento hicieron que Aril quedara como tonto observando esta obra de arte. – ¿oye vas a ayudar a la chica o a quédartela viendo toda la noche? – regaño Noa a Aril. Aril volvió en si y sin querer una de sus manos toco un borde de las alas del “ANGEL” y ligeramente hirió una de sus manos. Sacaron a la chica de la capsula y la colocaron a varios metros de la caída del meteorito, todavía había un poco de humo producto de los pequeños incendios que produjo el choque. La chica lentamente abrió los ojos mientras Aril le preguntaba: - ¿señorita se encuentra bien?, ¿señorita se encuentra bien?- La chica lentamente abrió un poco los ojos y una lagrima broto lentamente recorriendo su mejilla – to…da..vi..a no es..toy a sal.. vo pe..ro lo logre. – dijo casi sin fuerzas la chica- ¿señorita esta bien, de que habla? Insistió Aril, pero por mas preguntas que le hacían a la chica no respondió y nuevamente perdió el conocimiento.
Norg tomo entre sus brazos, teniendo cuidado con las alas de hierro a la chica y la llevaron a la Ciudad de Zaria, ya era muy tarde y se aproximaba el amanecer. Llevaron a la chica a la armería,; Aril tenia un muy confortable cuarto de huéspedes allí. Noa corrió a su casa a buscar algunas pociones, en especial la hecha con la Flor de Fuego, tal vez podría ayudar. Norg siguió con Aril a la armería y muy gentilmente coloco a la chica sobre la cama. Al colocarla las alas de hierro rasgaron las sabanas y una de las almohadas, pero lograron colocar a la chica en cama mientras esperaban las pociones de Noa.
Noa se apresuro en llegar a su casa y buscar algo que le ayudara a salvar a aquella chica, busco entre sus cosas y algunos baúles hasta que por fin – te encontré, mi poción favorita, ahora si se te vas a poner bien chica- dijo Noa con alegría. Salio corriendo a la herrería de Aril, en el camino tropezó con mucha gente que preparaba sus puestos muy temprano para vender en el mercado; mas de una mala palabra le dijeron, pero Noa repetia: ¡es una emergencia, a un lado!.  
Con la poción en mano  Noa lllego con los demás y muy cuidadosamente incorporo a la chicha  de las alas de hierro  y le dio un poco de la poción, lentamente pasaron por su boca unas cuantas gotas del elixir y por unos instantes la chica abrio sus ojos recorriendo con su mirada el lugar donde se encontraba pero después de eso de desplomo.